DEP. DE GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA
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Centro Prenatal
  UROTOPIA OBSTRUCTIVA  

Las uropatías obstructivas ocurren en 1 de cada 1000 nacidos vivos. La obstrucción unilateral (Ej.: estrechez uretero-piélica) tienen buen pronóstico y generalmente no requieren intervención prenatal. Los fetos con obstrucción bilateral, principalmente aquellos fetos masculinos con válvulas de uretra posterior, son potenciales candidatos para el tratamiento antenatal dependiendo del grado de obstrucción y precocidad de la misma. Los recién nacidos con obstrucciones bilaterales parciales pueden presentar hidronefrosis leve y reversible. Sin embargo los niños nacidos a término que presentan obstrucciones completas pueden sufrir hidronefrosis severa y displasia renal incompatibles con la vida. La evolución de los pacientes con obstrucciones urinarias, depende principalmente del grado de oligohidramnios asociado. La falta de producción de orina fetal lleva a un oligohidramnios severo que puede provocar una hipoplasia pulmonar severa que de persistir, es fatal al nacer (secuencia de Potter). La presencia de oligohidramnios es un predictor de mortalidad a tal punto que aquellos fetos con oligohidramnios asociados durante el comienzo del segundo trimestre presentan una mortalidad por encima del 90%.

El diagnóstico prenatal por ecografía resulta ser una herramienta muy precisa para determinar el nivel de obstrucción urinaria. Cuando la ecografía demuestra hidronefrosis bilateral, la determinación inicial de la función renal fetal se realiza teniendo en cuenta la cantidad de líquido amniótico. Debido a que desde la mitad hasta el final de la gestación, la mayor parte del líquido amniótico es producto de la diuresis fetal, la presencia de líquido amniótico en cantidad normal, implica la existencia de producción y excreción de orina por al menos un riñón funcionante. La disminución en la cantidad de líquido amniótico en ecografías seriadas en estos pacientes, es por lo general un indicador de deterioro de la función renal. La función renal puede ser determinada de dos maneras; por el aspecto del parénquima renal en la ecografía y por el análisis bioquímico de la orina fetal mediante una punción de la vejiga. La presencia de quistes corticales o aumento den la ecogenicidad son signos predictores de displasia renal, la ausencia de estos signos sin embargo, no la excluye.

El objetivo del tratamiento prenatal consiste en descomprimir las vías urinarias ya sea mediante un by-pass de la obstrucción o el tratamiento directo de la misma. Si el tracto urinario resulta adecuadamente drenado, la recuperación del volumen de líquido amniótico promoverá el desarrollo y crecimiento pulmonar y evitará mayor deterioro de la función renal. Los métodos utilizados para la descompresión de las vías urinarias incluyen la colocación percutánea de un shunt vesico-amniótico, la vesicostomía fetal abierta, la vesicostomía fetoscópica y la fulguración de las válvulas uretrales posteriores. Actualmente el tratamiento más aceptado para el tratamiento de la obstrucción de la vía urinaria distal es la inserción de un shunt vesico-amniótico en doble J por vía percutánea bajo control ecográfico.